¿Cuantas veces hemos escuchado a nuestros clientes decir: mi cuñado es electricista, mi hijo sabe de esto, yo soy un manitas… ?
Eso sí, de vez en cuando vienen los sustos y es cuando se recurre al dicho: zapatero a tus zapatos. El mundo de la electricidad es muy amplio, y se pueden tener conocimientos básicos para salir del paso, pero siempre hay que dejar la electricidad en manos de un especialista (titulado) por la seguridad de todos.
Cuando se trabaja con tensión, no hay margen para los errores, las improvisaciones ni decisiones temerarias. Es más, la gran mayoría de los accidentes domésticos tienen su origen en errores, improvisaciones y este tipo de decisiones, típicas de personas que no se dedican al ramo.
Es cierto, la crisis ha hecho que personas que necesitan ganarse la vida de alguna manera, cuelgan anuncios en las farolas con anuncios llamativos, con precios económicos, se anuncian en la red y demás medios, pero hay que ir con cuidado. Una mala decisión a la hora de elegir el electricista puede llevarte a males peores.
Si necesitas realizar un trabajo eléctrico que precise cierto manejo de la instalación, te recomendamos que, por seguridad, recurras a un electricista autorizado. Si por el contrario, no lo crees conveniente, te detallamos una serie de consejos para evitar imprevistos.
Consejos para tu seguridad
Estos consejos, aunque básicos, son los que más hay que tener en cuenta, porque de vez en cuando son los que con mayor facilidad olvidamos o obviamos.
- Comprueba siempre que la tensión está debidamente cortada, asegúrate antes de manipular cualquier cable eléctrico que no supone ningún riesgo.
- No trabajes con poca iluminación. Existen linternas potentes a modo de sombrero que te ayudaran a tener las manos libres.
- No hagas manipulaciones eléctricas con un entorno húmedo.
- Usa herramientas y equipos de protección homologados y apropiados (gafas, guantes, polímetros…)
- Evita el uso de cadenas, anillos o pulseras mientras trabajas con electricidad.
- NUNCA utilices agua para combatir incendios de origen eléctrico, lo único que puedes conseguir es un mal mayor.
Estos son algunas sencillas reglas que de vez en cuando olvidamos cuanto realizamos cualquier trabajo eléctrico.
Trabajar en unas condiciones óptimas puede salvar tu propia vida o la de otras personas, y en caso de no seguir las indicaciones puedes provocar cortocircuitos, incendios y poner la vida en peligro.
Tu decides.