Muchos son los clientes que vienen a nuestra tienda o se ponen en contacto con nosotros para que les ayudemos a elegir qué tipo de bombilla de led necesitan, ya sea para una nueva instalación, o para sustituir las viejas bombillas incandescentes, y ahora ya a estas alturas, las bombillas de bajo consumo.
Tradicionalmente, cuando se adquiría una bombilla, lo único que hacía falta saber era el casquillo y los watios de dicha bombilla. Esto, en la actualidad, se ha complicado un poco más (como todo), pero siguiendo unas fáciles pautas, se puede convertir en un proceso más. Lo primero que tenemos que advertir, a priori, es que los watios (W) no indican la cantidad de luz que emite una bombilla de led.
¿Por qué no podemos guiarnos por los W en una bombilla de led?
Como decíamos anteriormente, las bombillas incandescentes tradicionales las podíamos encontrar de 25W, 40W o 60W, y, en algunos casos se utilizaba el término lúmen, pero, para ser francos, no se gastaba a nivel doméstico. Con la llegada de las bombillas de led, podemos encontrar dos bombillas con los mismos W pero con diferente luminosidad, debido a que puede variar el tipo de led con el que está frabricada, como por ejemplo el conocido led Epistar, Samsung, Cree… y por tanto, emitir diferente cantidad de luz. En definitiva, hay leds más eficientes que otros, por los que con los mismos W pueden emitiar más o menos luz.
Por ello, a la hora de comprar bombillas de led, hay que fijarse en los lúmenes entre otras cosas.
¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar una bombilla de led?
Lo más importante:
LUMINOSIDAD: es el factor más importante a la hora de elegir una bombilla de led, puesto que esta determinará si es apta para una estancia o no. Generalmente la luminosidad va acorde con los W, pero como hemos dicho anteriormente, no siempre es así. Por ello, en la parte posterior de la caja del producto indicará las espedificaciones, y una de ellas són los lúmenes.
HORAS DE VIDA: con el boom de las bombillas de led, la guerra de precios ha sido la tónica general. De hecho, actualmente el precio de las bombillas led está por debajo del precio de las de bajo consumo. PERO cuidado, no todo está en el precio. Una de las especificaciones que indican las bombillas, son las horas de vida. Si bien cuando se empezaron a fabricar, se comercializaban bombillas con 50.000 horas de vida, más tarde ese índice descendió a las 25.000 horas, y actualmente hemos llegado a ver (que no comercializar porque no estamos dispuestos a engañar a nuestros clientes), bombillas con 8.000 horas de vida.
Lo que está claro es que las bombillas tienen fecha de caducidad, no os creáis eso de las bombillas con garantía de por vida, porque no es verdad, pero intentad adquirir bombillas de led que ronden las 25.000 horas. Todo lo que está por debajo, podríamos aventurarnos a decir que no es de fiar.
TONALIDAD DE LUZ:
Si bien es importante la luminosidad de una bombilla, también lo es, en la misma medida, el tipo de luz. Podemos encontrar en el mercado, en líneas generales, tres tipos de tonalidad. 3000K, 4000K, 6000K; luz cálida, luz día y luz fría respectivamente.
- Luz cálida: orientado para uso doméstico exceptuando, si cabe, cocina y baño.
- Luz día: orientado a zonas públicas, comercios, oficinas y baños y cocinas.
- Luz fría: comercios, zonas de trabajo y en muchos casos también para baños y cocinas.
ÁNGULO DE APERTURA:
Hay que tener en cuenta que, respecto a la mayoría de bombillas incandescentes, las bombillas de led también indican en sus especificaciones el ángulo de apertura. Sobretodo en las bombillas dicroicas, hay que fijarse en el ángulo, ya que dicho aspecto determinará el grado de incisión de la luz de la bombilla sobre el objeto a iluminar. Contra más cerrado sea el ángulo, más directa será la luz sobre el objeto, contra más abierto, más se «esparcirá» la luz.
En conclusión:
Comprar una bombilla de led en la actualidad no parece una tarea tan sencilla como antaño. No obstante, gracias a todas estas especificaciones, podemos determinar qué tipo de bombilla necesitamos para cualquier lugar, y comprar la más adequada o realizar un juego de luces que anteriormente no podíamos hacer. No nos dejemos llevar por las ofertas de última hora ni por las bombillas milagrosas. De momento, todas se funden (eso no te lo dirá nadie, o casi nadie…), unas antes y otras después. Si quieres olvidarte de ellas, sé consciente a la hora de comprarlas y exige un mínimo de garantía; si me permitís la expresión, nadie da un duro a cuatro pesetas.
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