Ahorrar en la factura de la luz es posible
Cuando llegan las temperaturas bajas, aquellos que pagamos la factura de la luz se echan las manos a la cabeza. Porque además de electrodomésticos como la vitrocerámica, horno, ordenadores, televisión etc, se añade el consumo del aire acondicionado, estufas, termo de agua caliente… y si bien algunos de estos se utilizan durante todo el año, al sufrir temperaturas más bajas, requieren estar en funcionamiento más tiempo.
Consejos para ahorrar en la factura de la luz
Hemos recopilado una serie de consejos que, aunque no van a salvarte de una gran parte del importe de la factura (los importes fijos), si que van a ayudar a amortiguar la subida del gasto energético. Empecemos:
– Reduce el consumo de los electrodomésticos que no utilizas. Apaga aquellos aparatos eléctricos que tienes en standby y utilizas muy de vez en cuando.
– Elige la bombilla adecuada para cada zona de tu hogar. Por supuesto, elige las bombillas de led. Piensa en retirar o adaptar todas aquellas lámparas con bombillas halógenas o incandescentes.
– Aprovecha el calor del horno una vez apagado, no es necesario tenerlo enchufado hasta el momento que sacas la comida que estés cocinando. Recuerda que un horno gasta entre 2000W y 3000W, unos minutos pueden suponer un buen ahorro.
– Utiliza preferentemente programas de agua fría en la lavadora y lavavajillas. El agua caliente aumenta el consumo hasta el doble.
– Aisla las puertas y ventanas de tu hogar, evita que el frío y el calor se cuelen dentro.
– Mantén la temperatura de tu hogar en una posición óptima. No es necesario ir en manga corta dentro de casa en invierno, ni en manga larga en verano. Ahorrarás en la factura de la luz, y cuidarás el medio ambiente.
– Cuando vayas a adquirir un nuevo electrodoméstico, intenta que la clasificación energética sea la más elevada posible. A, A+ o A++. Al principio la inversión será superior, pero a la larga se traducirá en un ahorro importante en la factura de la luz.
También debes revisar
Tu contrato. Es importante que tengas un contrato adecuado a tu consumo. Revisa la factura, y valora si necesitas la potencia contratada o puedes bajar algún Kw. Eso sí, sé coherente con el contrato que necesitas, calcúlalo bíén, porque si eliges un contrato inferior al que necesitas, puedes tener molestos cortes de suministro cuando consumas más energía.
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