Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el 45% de los hogares españoles no sabe qué tipo de tarifa eléctrica tiene contratada, además, también se desprende que el 25.6% de los españoles no conoce cuánta potencia tiene contratada.
Es un dato, cuanto menos, curioso, ya que dependiendo del tipo de contrato puede variar la facturación.
¿Cómo saber qué potencia contratada tienes?
Es bastante sencillo, solo tienes que mirar una factura de la luz buscar la potencia contratada, reflejada en Kv. ¿Te has detenido a mirar la factura de la luz alguna vez? ¿O solo miras el importe final? En la página principal aparecerá la potencia contratada, y te invitamos, ya que tienes de frente tu factura de la luz, échale un vistazo, como mera curiosidad, a la cantidad de impuestos que vas a pagar, a parte de la luz que has consumido. Duele, ¿verdad?
Cuales son las potencias que se suelen contratar:
Las potencias contratadas medias, van entre 4 Kv y 6 Kv que corresponde a casi el 40% de los hogares. Lo que sí hay que destacar es que un 27% aún tiene menos de 4Kv contratados.
¿Por qué creemos que es algo a destacar? Porque hoy en día, en plena era eléctrica, disponemos de infinidad de aparatos eléctricos que consumen muchísima más energia de la que un hogar podia necesitar hace tan solo dos décadas: televisiones, ordenadores, cocina eléctrica, horno, termo, aire acondicionado, calefacción…
Está claro que no todos los aparatos eléctricos se encienden al mismo tiempo, pero de esta deducción se puede sacar una conclusión; aquellos hogaren con menos de 4 Kv contratados son las viviendas donde habitan una o dos personas, y sobretodo con un perfil de edad más alto. Para que os hagáis una idea, 4 Kv son 4000W. Imaginaros que encendéis un pequeño calfactor en el baño mientras una persona se ducha (2000W), en ese momento estás haciendo la cena en la vitrocerámica (1500W en el mejor de los casos), mientras ves la televisión que tienes instalada en la cocina (200W). En este momento el termo eléctrico empieza a funcionar porque estás gastando agua (800W) y además, como es de noche, tienes las luces encendidas… ¿qué va a pasar? Que el famoso ICP (interruptor de control de potencia) va a saltar para avisarte que has pasado el máximo consumo contratado.
¿Qué potencia necesitas contratar? Nuestra recomendación.
Desde hace ya unos años, cuando hacemos un boletín de instalación eléctrica a nuestros clientes, le aconsejamos que contraten 5.5 Kv, a menos que se utilice gas en la vivienda, lo cual baja considerablemente el consumo eléctrico.
Pero no hay nada mejor que hacer un cálculo estimado según cada hogar. Es muy sencillo, apunta todos los electrodomésticos que tienes en la vivienda, y mira el consumo en W de cada uno de ellos. Después, conociendo el consumo de cada electrodoméstico, piensa en cuáles están encendidos de manera simultánea y calcula si puede sobrepasar el máximo consumo contratado. Si es así, tienes dos opciones, o intentar ser consciente de la limitación y no conectar ciertos electrodomésticos al mismo tiempo (por ejemplo: horno, vitrocerámica y aire acondicionado) o subir la potencia contratada, que te costará unos euros más al mes. En este cálculo no hemos contado la iluminación, dado que hoy en día, la gran mayoría de viviendas utilizan bombillas de led, lo cual hace que el consumo en lo que respecta a iluminación sea mínimo.
¿Cuánto cuesta aumentar o disminuir la potencia contratada?
El precio puede variar según la compañía eléctrica, y según la potencia a contratar. Lo mejor en estos casos es llamar a tu compañía, o, si no quieres hablar con una máquina, acercarte a un establecimiento oficial para pedir las tarifas. Sí que aconsejamos una cosa; la variación entre un contrato u otro, no suele variar mucho económicamente, así que si sueles tener cortes de luz por exceso de potencia consumida, te recomendamos que te informes.
Como conclusión, deberíamos fijarnos un poco más en la letra pequeña, en los datos de las facturas y de toda la documentación que pasa por nuestras manos. La mejor forma de detectar cualquier anomalía en una factura de la luz, es conocerla.